21 de febrero de 2013

FIN

Hay una maldición china que dice: “Ojalá obtengas lo que deseas”, o algo por el estilo, que en versión light castellana quedaría algo así como “¿no querías caldo? Pues toma dos tazas”. Y eso es lo que me ha pasado a mí. Que por querer una taza de caldo ahora tengo dos. Tienen las mejillas regordetas y sonrosadas, el aliento les huele a yogurt y llevo casi tres meses reflejándome en sus pupilas. Por eso vengo a decir adiós, porque este blog ya no tiene sentido y no quiero que me consuma más tiempo.
Creé este blog para distraerme de ciertos pensamientos y hacer algo productivo en internet en vez de mirar foros y ahondar en mis obsesiones. No sirvió de nada: me daba pereza escribir, me desmotivaban la escasez de comentarios, y eso es un círculo vicioso que se retroalimenta. Además no me libré de mis vicios ni mis obsesiones. El propio tiempo y las experiencias recientes los liquidaron: han desaparecido porque ya no tienen sentido. Ya he jugado mis cartas, y aunque he tenido algún triunfo, he perdido la partida, así que ya me retiro del juego. He aprendido una valiosa lección: aparte de que lo que no me ha matado me ha hecho más fuerte, se me han ido de la cabeza muchas gilipolleces. Ya me ha quedado claro que no hay que elegir entre blanco o negro, y que pueden conformarte si te toca gris. Que internet es para el porno y que está plagado de imbéciles a los que no hay que hacer caso. Que es muy satisfactorio poder restregar a la gente que no se hayan cumplido sus funestos vaticinios. Que se queda una mejor cuando quema lo que antes era su Biblia y en realidad no eran más que pamplinas.

Por no perder más el tiempo con sandeces, es que no me apetece ni molestarme en replicar a ciertas evangelistas de la memez. Uno se da cuenta que ha mejorado como persona cuando da las cuentas por saldadas.

Ahora tengo nuevas cicatrices externas e internas, se han ido unos fantasmas pero me queda algún que otro duelo. Sé que con jarabe de tiempo todo se cura y no tengo nada más que airear.

Pero quiero añadir un párrafo sobre la “faceta nutricia”. Embarazo y parto son áutomáticos, incontrolados. Pero la lactancia es voluntaria. En la lactancia, una mujer se significa como madre. Requiere información, perseverancia, resistencia y esfuerzo. Otras fracasan y se quedan en el camino por ignorancia y desidia. Y yo, pese a tenerlo bien difícil, triunfo. Me dan hasta ganas de inaugurar un nuevo blog de lactancia de la ilusión que me hace ayudar a que otras mujeres puedan disfrutar de ese orgullo, porque la leche es una medicina que lo cura todo, pero no voy a tropezar dos veces con la misma piedra, ni voy a enredarme en más ambiciones.

Así que pongo fin a este blog. Pido disculpas por las promesas incumplidas, pero ya les contaré las cosas directamente a la gente que me quiere, sin tanta poesía. ¡Nos vemos en persona!