22 de octubre de 2007

Joer, casi un mes sin escribir, y no porque haya cumplido mi inicial propósito de evitar vagabundear por la red para no asustarme ni tener pesadillas de los monstruos que habitan la red. Es que ya se sabe que las musas blogueras son esquivas.

No es por hacerme la heroína pero durante este tiempo he tenido que pelear con los jefes para que se comprometan a cumplir con una fecha de depósito de tesis, terroríficamente próxima, y a que se vayan mirando las correcciones (qué agonía). A eso añadir que ya he iniciado oficialmente mi faceta de joven próxima a la independencia que tiene que limpiar su nuevo piso, con una cocina que necesitó dos nanax íntegramente para limpiar la parte de arriba de los armarios. Sólo para que os hagáis una idea. Pero tranquilos, que no cunda el pánico: sigue sin gustarme el Ikea y me temo que tanto ajuar como mobiliario tendré que buscarlo en otros sitios. Sigo conservando mis principios.

Aparte de mi trabajo por la mañana y mi otro trabajo por la tarde, sigo con mi danza del vientre semanal y he incorporado dos actividades más: escribir críticas de discos y artículos de divulgación científica (el primero sale el próximo domingo!!!!). Todo ello mientras busco curro y envío currículums, sin prisa porque me ha salido un currelo de escribir un libro de principios de genética general para pasar el rato hasta junio de 2008. Y tengo pendiente iniciar mis clases de conversación de inglés y a lo mejor hasta ocuparme de dos hurones enfermitos. Además de encargarme de las labores marujiles de prepararme la comidita, lavar, limpiar etc y tener en lista de espera hacer una reproducción en grande de uno de mis más célebres cuadros al óleo para decorar mis futuras paredes y llevar a cabo el sueño de mi vida: una manta de ganchillo que quite el hipo generación tras generación. Sin olvidar mi vida social, escasa porque soy pobre, no porque no quiera tener más. Y durmiendo ocho horas diarias (más o menos).

Así que os quiero mucho pero tanta presión por buscar información en la red concerniente a cualquiera de las anteriores ocupaciones mencionadas me deja sin ganas de comentar nada, y me deja la líbido por los suelos como para seguir comentando a buen ritmo dibujos animados macizorros. Por no comentar no comento que mi madre ya está en fase inaguantable de darme gratuitamente consejos prácticos de ama de casa del estilo "no pongas mucho vinagre en la vinagrera" cuando ella misma parece que cría moscas Drosophila, o que mi suegra se ofuscó e insinuó que no sería capaz de conseguir por mí misma una cubertería mejor que la del Real Madrid que regalaban con el Marca. Es que ni me molesto en comentarlo, vamos. Y lo de que mi madre se va a poner a tocar la gralla tampoco.

Dedico el mes de octubre a esa gente de la Viña del Señor que me encontré un día por casualidad, donde se reúnen unas buenas personas para compartir su sentimientos y de las que en la mayoría de casos, digan lo que digan ellas, no puedo si no sospechar que se trata de simples casos de solteros que no han encontrado una pareja que realmente les llene, gente con problemas psicológicos de rechazo al sexo, fobia al embarazo y al parto, terror ante el coito, pánico al sexo contrario o al compromiso, malas primeras experiencias, gente escarmentada por malas relaciones y en general, peña que intenta buscar todo tipo de razones para justificar que el sexo no es necesario ni hasta bueno. En fin, la historia de la zorra y las uvas. Pero me alegro por ellas porque sean como sean, en ese foro encuentran calma y amistad. Me voy con mis mocos a otra parte. No me abandonéis, por si acaso.

1 comentario:

  1. Uf, solo leyendo lo ocupada que estas ya me siento incluso un poco más cansado XD. Animo ;)

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