2 de junio de 2008

¿Científicos? NO, periodistas al pilón

Hace poco publicaron un artículo en el 20minutos ( y reproducido en mil sitios más) que sabía que requería un comentario por mi parte. La falta de calidad periodística del 20minutos es proverbial, pero algo de razón tienen.

La queja habitual de los jóvenes científicos con más dignidad y ética personal suele ser que les gustaría un trabajo en el que "sólo se retocaran las fotos de las vacaciones y las estadísticas te las creyeras". Y es que, en efecto, marear los datos para que las estadísticas salgan significativas y maquillar las imágenes con el Photoshop es moneda corriente. Pero normalmente no es nada serio: eliminar todo aquello que te desvía la estadística e interpretarlas torticeramente con total descaro, ver significación donde no la hay, y marear las imágenes recortándolas para quitarles la parte fea y modificar el brillo y el contraste. Nada de eso despista a los científicos lectores, que ya sabemos que lo normal es vender un poco la moto en los papers, y compensarlo mostrándonos un poco autocríticos en la última parte de la discusión.

En los artículos se publica lo que sale o sale a medias, lo que sale mal se oculta, pero nadie tiene la culpa de que en el mundo se haya impuesto (y se siga imponiendo cada vez con más fervor) el modelo de ciencia estadounidense: hipercompetitivo, en la que sólo se consideran los resultados positivos, basados en mil y un estadísticos incomprensibles, basado en el índice de impacto de las publicaciones y en el que la gente si quiere mantener su puesto de trabajo tiene que vender a su madre con tal de publicar un paper.Y aunque los jóvenes científicos siempre se quejan de esa hipercompetitividad, que además pasa por la movilidad (mareando de país en país al pobre post-doc e impidiendo que pueda tener una vida familiar estable), y empiezan a salir voces críticas sobre lo férreo e injusto que es el sistema de índices de impacto, o la cantidad de información interesante que se pierde si no se dejan publicar los resultados negativos, lo normal es que ese modelo siga en vigencia.

La presión por publicar mucho y rápido tiene una consecuencia: el aumento del fraude. Fraude que si es de poca monta no tiene demasiada gravedad y que si tiene mucho alcance se acaba descubriendo o es contrarrestado con publicaciones sinceras en sentido contrario, pero que existe y es mayor en las revistas de más alcance, donde quieren publicar los más arribistas. Los intereses farmacéticos también crean muchos monstruos y resultados que no se cree ni su abuela, pero es que cuando la línea de investigación depende de los resultados positivos es normal que esos resultados siempre sean sospechosamente positivos y estupendos. De todas maneras esos grandes fraudes siempre son una minoría frente a la inmensa cantidad de artículos más o menos decentes, así que no debe cundir el pánico. Noticias tan torticeras como la del 20minutos lo único que crean es aún más desconfianza en la ignorante población, que se cree a pies juntillas cualquier chorrada que diga Txumari Alfaro o Greenpeace pero que desconfia de la bondad del ámbito científico serio. Gracias por la ayuda, hombre.

Otra autocrítica frecuente de los científicos es el disfuncional sistema del peer review, que para algunos es la marca indispensable de calidad de una publicación científica seria pero que para otros es una pequeña tomadura de pelo, pues es un sistema en el que un par de científicos de tu ámbito, saturados de trabajo y sin intereses económicos al respecto, no siempre con demasiada idea del contenido del artículo y que a menudo son conocidos o amigos (o peor aún, enemigos acérrimos o competidores), se leen en diagonal tu artículo y te hacen un par de observaciones críticas ( o te lo rechazan aunque esté perfecto). Los pésimos papers que a veces te llevas a los ojos son ejemplo de que algunos referees no hacen nada bien su trabajo, por dejar pasar semejante mediocridad. Aquí teneis otras críticas importantes al respecto.

Y sin embargo, pese a todas esas deficiencias el sistema peer review es necesario para que no publique todo quisqui sus salidas de olla, y que en las revistas serias se publiquen los trabajos de muy alta calidad (y algún que otro fraude bien colado). Que alguien en algún lugar hace bien las cosas es evidente, porque la ciencia avanza que es una barbaridad, pese a todo y pese a todos, ¿o no?

3 comentarios:

  1. Cuando leí la noticia me acordé de tí y de lo estupendo que te iba a parecer ;-)

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  2. Creo que todos los que leímos la noticia pensamos en ella ;)

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  3. Eso que dices de la falta de fiabilidad del 20 minutos y similares, y aunque no tenga que ver con el resto de la entrada, me recuerda a unas cuantas aberraciones que vi en el Qué!, como que el presidente de Greenpeace se había cambiado la chaqueta porque apoyaba la energía nuclear de fusión, o una vez que hicieron un test entre universitarios con preguntas básicas para comprobar el nivel de los estudiantes españoles; una de las preguntas era "menciona los estados físicos de la materia", y el periodista se reía del que había nombrado el plasma, incluso aparecía resaltado en el subtítulo: "...Uno de ellos descubrió el estado plasma...". Y muchas otras. Hasta el día de la encuesta esa me parecía una mierda de periódico, pero desde entonces me da asco, no lo (h)ojeo ni aunque lo tenga delante de las narices.

    Se te echaba de menos.

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