14 de julio de 2011

Fotos con el móvil (I)


No soy víctima propiciatoria del technology mongering. El teléfono es para dar recaos. No tengo de momento tarifa plana para tuitear la primera gilipollez que se me pase por la cabeza. Pero sí agradezco tener cámara en el teléfono porque a veces te topas con cosas graciosas por la calle.
Para desengrasar de la caña que he dado en las últimas entradas, cuelgo algunas fotillos que hice hace bastantes años y que tenía por ahí olvidadas.


Te pones a escribir un cartel con tu mejor letra mayúscula, todo muy decorativo, y ni aciertas en calcular el espacio disponible, ni te esmeras con la ortografía. Los detalles de interés para un posible inquilino e incluso el teléfono de contacto, no se ven un pimiento. Luego nos extrañamos de que no se fomente más el alquiler en este país.



Estas dos tienen su miga. Durante la tesis estuve un tiempo comiendo de táper en la antigua hemeroteca de la facultad, reconvertida en despacho de algunos profesores + comedor a ciertas horas + sala de estudio para estudiantes. Esa era la intención pero una pandilla de estudiantes petardos, peligrosa mezcla de jugadores de Magic + obesa chirigótica y gritona + morralla estudiantil de similar índole intelectual se adueñó de la sala. Pintaban las mesas, colgaban carteles, atronaban la sala con sus conversaciones estúpidas y en general, molestaban a todo el mundo sin que nadie se atreviera a quejarse de sus decibelios (alguna queja hubo pero como quien oye llover, no se caracterizaban por su respeto a la autoridad). Debieron decidir que los microondas de la sala también les pertenecían y si ya se por sí era difícil ver si hervía la comida de dentro, hicieron unos dibujos en la puerta para ponerlo aún peor. En el colmo de la originalidad, y para los que no farfullan las lenguas de la periferia del imperio, en la foto de arriba pone "me estoy poniendo caliente". Sobredosis de dibujos japoneses...


Esta me encanta. Es de un cartel que me encontré colgado en la valla del aparcamiento de mi facultad. Tiene toda la pinta de estar hecha por un estudiante de Bellas Artes (hay un flujo nada despreciable de estudiantes entre Bellas Artes y Biología, no sé si porque en Biología tambien abundan los jipiosos-alternativos-niueich-ecologistas-sensibleros con la naturaleza en general, amantes del arte y la belleza, y hay una conexión entre las dos carreras). Incluso sospeche de una companera de tesis que estudio las dos carreras. Me gusta por el toque tierno y simpático, para nada oparecido al ambiente de mal rollo que se respiraba en muchos sitios de la facultad...


Enigmático cartel en la puerta de una parada de metro. Mi padre ha muerto recientemente y sé por experiencia propia y ajena cómo se las gastan ciertos médicos con según qué clase de pacientes que sólo están ya "para ocupar una cama". Mucho cogérsela con papel de fumar cuando les hablas de eutanasia pero luego qué cosa más curiosa, oyes, que cantidad de peña se muere al poco de cambiarle un gotero. ¿Coincidencia? No lo creo. Medicos y enfermeras toman decisiones de dosis y sedación en función de lo que molesta un paciente o tarda en morirse. Al final ellos deciden cuándo la agonía ha durado demasiado y hay que meterle un chute de sedación, cuando esa es una decisión que corresponde a los familiares. No me opongo a la sedación, si no a que los médicos, para variar, se comporten como si fueran dioses y los mortales no tuviéramos nada que decir. Me temo que con mi padre fue así (ya daré más detalles) y me temo que en el caso de esta señora también los tiros pueden ir por ahí. Pero vamos, que donde esté una reclamación hospitalaria bien puesta que se quiten estas mariconadas: poner cartelitos en la calle no es la mejor manera de hacer cambiar a los médicos...


Sin comentarios: encontrada cerca del Arise de Barcelona. No sé si es Ironfix de leopardito o tela de peluche pero hay que tenerlos como catedrales para ir así por la calle o poner gasolina y no temer que te rompan la moto o que la Guardia Civil te pare simplemente para echarse unas risas a tu costa. Dan ganas de conocer al dueño para ver si realmente se le va la chola o qué.


Un clásico con escasa imaginación y poco gusto, no como la siguiente foto...



Me encanta la sugerencia de las patatas, ya sabeis que soy muy sensible hacia todo lo rural...

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