28 de marzo de 2007

Para que veais que no siempre me cago en los médicos

La criatura de la Viña del Señor de Marzo esta vez es una rara avis a la que la alcaldesa progre de mi pueblo entrevista en la gazetilla de este mes: la doctora de mi padre. Era la doctora de tarde de esa mmmmmierda CAP que tenemos en el pueblo, que si ya era pequeño antes, ahora en el nuevo edificio están casi igual de apretados pero con los pasillos más grandes, y encima si abren la puerta te puede ver en bolas toda la concurrencia de la sala de espera si estás en la camilla. Yo es que iba a al médico de por la mañana, que era un inepto simpático al que le pillé en renuncios un par de veces pero con el que tenía confianza, y que ha desaparecido misteriosamente y ha sido substituído por otros médicos más o menos bordes. Esta insigne doctora es entrevistada porque tras quince años en el pueblo, ha pedido el traslado para irse a un pueblucho de donde Cristo dio las tres voces, por "discrepania con la filosofía sanitaria, con su empresa", donde espera "poder ejercer la medicina que cree deseable", donde importen más las personas que los ordenadores. Y es que es verdad. desde que informatizaron todos los procesos, el médico en vez de mirar la cara que pones cuando le explicas tus miserias, está tecleando con sus dos deditos. Y ya no pudes cotillear lo que escribe en el papel, que es una lástima. La buena doctora dice que es "de las de pocas recetas", para racionalizar el gasto. Envidia la medicina orietal, que cura personas, no como la occidental, que cura enfermedades. Sigue apostando por la medicina pública gratuíta de calidad, pero no de cualquier manera, si no de forma personalizada. Se lleva consigo el afecto de los pacientes y los muchos recuerdos que la llegan al corazón. Y todo así de bonito. ¿Será verdad que hay una doctora que no ha nasío pa resetar? Lástima no haberla tratado nunca (que yo recuerde, quizás si la visité alguna vez y resultó ser una borde), pero quizás se nos esté pirando una médico íntegra que quiere menos máquinas modernas y más tiempo, más proximidad con el paciente, menos fármacos agresivos y mayor respeto por el paciente. A ver qué me encuentro la próxima vez que vaya, porque cada vez hay alguien distinto. Eso sí, los vampiritos que me han sacado sangre hoy, no sé dónde se los buscan, pero siempre son simpatiquisísimos. Ojalá todos los sanitarios fueran tan solícitos, agradables y atentos.

2 comentarios:

  1. Pues yo he lidiado bastante con un capullo que menos recetar o hacerte una radiografia lo que fuera...
    -Oye, que tengo un bulto en la muñeca tras una luxación.
    -Nada,nada, pon una venda compresiva con una moneda sobre el bulto y ya veras como desaparece.
    -Eim?

    Lo hice, porque eso razoné que puede volver a introducir liquido sinobial que este danzando por ahí dentro de la articulación. Pero coño, es que cada vez que estoy un rato apoyando la cabeza en esa mano, acaba la muñeca dandome trallazos. ¿No será buen doctor que tengo algo mas?Un dia de estos me pasaré por el traumatologo.

    Otra vez que fui 3 veces con un cargamento de mocos digno de un troll de David el gnomo, el tio me dice que beba agua, que eso no es nada...
    -Pero verá, es que son verde blandiblú, consistencia del mismo producto y a veces hasta naranja oscuro!! Y me duele entre los ojos!!!
    -Nada, nada, que eso es que está el moco agarrao. Bebe mucha agua.

    Nada, tras esa tercera vez si que me fuí a urgencias. Diagnostico: Sinusitis de caballo a puntito de volverse crónica. Antibioticos de los de una pasta las 3 pastillas (como las tres conchas de grandes, oye). Y fin del dolor de cabeza...

    En fin, que hay de todo en la viña del señor ;-)

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  2. Hay una cosa peor que informatizarlo todo.

    Yo voy a una clínica privada y mi médico, que piensa como esa doctora que explicas y además es comunista, está harto de la burocracia, por ejemplo tener que pasar la tarjeta en cada visita para hacer los justificantes.

    Tendrías que conocer a ese médico... un auténtico crack.

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