Los momentos más esperados del año han llegado ya.
La tesis depositada es una pesadilla que aún perdura, pero que se desvanece a cada semana, mientras yo espero con paciencia las comisiones y el bautizo en fuego y hielo al más puro estilo Bathory:
No me puedo concentrar para hacer el powerpoint. Es superior a mí.
La ansiedad me devora. Tengo que meter mis cosas en cajas para preparar la mudanza. Espero que cuando ya no quede nada empaquetable a mi alrededor, pueda centrarme y no perder más el tiempo. La culpa me corroe.
He superado el ecuador simbólico de descolgar el póster de mi Niño:
Mi compañero de desventuras, enrollado cual persiana. No hay vuelta de hoja. No le he podido besar en la boca como despedida porque no tiene. Allá lejos, no sé si podré colocarle en algún lado. Ya no será mi silencioso compañero de habitación, el testigo de mis paranoias y de no pocas lágrimas. Ha sido el único momento en que me he emocionado con pena.
Por lo demás, empaqueto con fruición y me regodeo. Llevo años esperando esto, y aunque estoy tardando más de lo debido a causa de ese inicio de síndrome de Diógenes que me lleva a acumullar "porsiacasos", no me canso. Y eso que me esfuerzo en no llevarme "pongos" y horteradas, lo juro. Pero es que allá donde vaya una mujer tiene que crear su hogar.
Mi madre lo pasa mal, aunque le alivió saber que no, no le voy a despojar de los dibujos que hice cuando tenía 5 años. A saber lo que me tirará en cuanto no esté allí para vigilarla. Me ha llenado una caja de botellas bonitas (o que supuestamente lo son) y tarritos de cristal que esperan sobrevivir a los 700 km, y me ha comprado un juego extra de sartenes (sabiendo que yo ya tengo así como 15, no es broma). Metida en una taza envuelta en papel de periódico, me he encontrado una nota de las suyas, escrita en cartón mugriento:
24-02-07
Toma, llévate esta caja.
He guardado en ella algunas cosas de tu uso durante estos años que has compartido nuestra casa como una extraña. Quizás ellas acaben siendo el único vínculo entre nosotras, pues al fín, he sido yo quien te las ha reservado.
Si quieres, no lo olvides.
Ma.
Para que veais cómo está el percal. Mi madre, que ve muchas películas de estas británicas de sentimientos ocultos y rencores que no se dicen. La frase de la extraña no es nueva, ya se la había cotilleado yo en uno de esos diarios que escribe en libretas y agendas y que después deja al alcance de todo el mundo. Y digo yo...si los deja así es porque quiere que lo leamos, ¿no? Y se pensará que hasta pueden dar pena a quien los lea. Ah, pero lo siento, a mí no me ha calado bien. La confianza hay que ganársela. Yo me voy son alivio y no me amarga que a ella le martirice mi escasez de lágrimas ante la perspectiva de ni tan siquiera pasar mis últimas navidades en esa casa.
Al fín y al cabo, hasta febrero no me marcho definitivamente...Tantas insinuaciones que he tenido que aguantar de lo poco espabilada que soy y de a ver cuándo me voy de casa...
Mi padre en cambio se limita a preguntarme con sorna "qué, ¿de mudanza?". ¿Lo dirá por la veintena de bultos que voy acumulando? Pero él da palmas con las orejas porque se relame pensando en tener mi habitación como despacho...Mi hermano también se relame pensando en tener el coche sólo para él. No le voy a dejar ni el Súper Coco, pero no le va a importar.
Se me viene mucho trabajo encima. Me acaba de llegar el carnet de donante de sangre y tejidos para Cataluña. Estoooo...va a ser que ya no. Y que ya muchas cosas no.
Lo único que realmente me entristece es no poderme llevar, físicamente, a mis amigos conmigo. Pero ellos me acompañarán, ¿verdad? ;)
No tengas ninguna duda de que estaremos ahí siempre!
ResponderEliminarSuerte en la nueva andadura :)
ResponderEliminarLos padres son la reostia, no se nace enseñado para tener hijos y que cierto es eso tanto como que no se nace para aceptar que los hijos crecen.
ResponderEliminarSin ir mas lejos, mi padre se enteró ayer que tenia que ir al dentista esta mañana y se ha venido, que conste que no me disgusta pq yo hace como 5 años que ya no estoy en casa y no le veo mucho, pero bueno, es cansino la sarta de consejos, sugerencias, etc... que te pueden llegar a largar en escasa media hora. Por suerte para mi vergüenza (pq seguro que hubiera entrado conmigo) la dentista me ha largado rapidito y cuando el ha llegado yo ya salia: si no se valora extracción, la seguridad social se acaba en: antibiótico, que te hagan una placa en el especialista y apañatelas como puedas con un privado.
Pues nada, me alegro que la cosa vaya avanzando y ya sabes que aquí estamos.