¡Feliz año, chavalotes!
Que sí, que sí, que escribo menos que Stephen Hawkins con tortícolis, pero otras tareas que me roban el tiempo eran más urgentes. Eso no quiere decir que las haya acabado o que ya no tenga nada mejor que hacer, pero confío que las noticias importantes que me gustaría daros este año se produzcan y eso me acerque más al blog.
Entre otras cosas porque, para mi gusto,
FACEBOOK AL PILÓN,
poco me vais a ver por allí, así que buscad noticias mías en el blog, sin desfallecer. Y recordad que cuantos más comentarios, más me animáis actualizar. Panda rancios.
Como resumen del año difunto deciros que se resume en: trabajo muy bien (por fin desaparecieron las almorranas que tenía por compañeras y tengo un contrato con cara y ojos), salud bien (mi delicado estómago me juega malaa pasadas pero al menos no tengo hipotiroidismo, eeehhh, jodidos endocrinos perseguidores de ojos saltones), dinero bien (aunque no lo suficiente para vivir en piso propio) y amor bien (mi relación en la distancia ahora es en la proximidad, pero eso no quiere decir que la vida sea una continua luna de miel). Todavía hay quien se sorprende de que no haya supuesto ningún quebranto un cambio tan radical en la vida, pero yo sólo puedo contestar que...la tristeza es que pasen los años sin que nada cambie y que la gente es una sinsangre que no sabe adaptarse a las distintas fases de la vida.
Para el nuevo año espero que el trabajo siga progresando, se concrete una solución inmobiliaria, la pareja se consolide y pueda dedicar energías a la reproducción. Intentaré que no ocurra como el año anterior e informaros mejor del día a día.
¿Qué pinta el Guernica de Picasso en todo esto? Ahora mismo, es mi principal enemigo para actualizar el blog. Lo siento pero me quedan unas 2500 piezas de puzzle infernal que me han regalado por completar; tengo casi hecho el caballo pero aún me queda lo más chungo, ¡y causa adicción! Tengo que dividir mi tiempo entre todo, así que sed pacientes y esperadme.
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