4 de mayo de 2006

Se debaten en lucha fratricida mi faceta de azote de los verdecillos culturetas y los ecologistas de medio pelo y mi deseo de no convertir mi blog en una sucesión de quejas indignadas hacia las tonterías que aparecen en la prensa. Creo que temporalmente convivirán un tiempo.
Siento el precedente con la entrevista a Javiera Rulli (bióloga, como la de las patas de pollo) aparecida el 25 de abril de 2006 en el Periódico. Comentaré las respuestas de la inefable señora. Sus intenciones son buenas, pero le fallan los modos, como siempre.


"El super está surtido de yogures, queso carne, galletas y zumo enriquecidos con soja. Pero Javiera Rulli, bióloga y ecologista, suscribe una idea chocante: "la soja mata". Sostiene que no sólo perjudica a la salud sino que desertiza el campo y corrompe a las autoridades en Latinoamérica. Veterinaris sense Fronteres la ha invitado a participar en el Tribunal Popular de la Soja, que se celebró el miercoles 26 de abril de 2006 en la Facultat de Ciències de l'Educació de la UAB. "
Convendria empezar aclarando que no me fio ni un pelo de estas entrevistas escritas de los periódicos (y concretamente las del Periódico) y menos las que contienen titulares como “la soja mata”. No sé si lo hacen para crear conversación, porque es de mucha risa, para cabrear a los lectores expertos en el tema, porque el entrevistador quiere ser despedido o para qué. ¿Te ponen buena nota en la facultad de Periodismo si presentas algo con un titular que diga “la soja mata”? Habría que solicitar una revisión urgente de los planes de estudio de esa licenciatura. O a lo mejor no, a lo mejor sí es cierto que la entrevistada dijo esa frase así, independientemente del contexto, tal cual, porque ya se sabe lo aficionados que son estos verdecillos culturetas a las frases lapidarias, que venden mucho.
La soja mata y si seguimos investigando, podremos relacionarla con la muerte de Kennedy. De hecho parece ser que la peste de 1348 vino en un barco cargado de soja transgénica.

"-¿Tan mala es la soja? -Se la ha mitificado como un producto medicinal. Se suele apelar a la cultura china, cuando en China jamás se ingirió tanta soja junta. Además, ellos comen tofu y miso, que es la soja fermentada. Y encima, nunca es transgénica. "

Es cierto que se la ha mitificado: la publicidad es lo que tiene, que exagera mucho las cosas. Pasa con todo. Pero me consta que en la bibliografía médica los beneficios y perjuicios de la soja se están estudiando sin mitificación alguna, y la información está allí para quien la quiera ver. Si alguien ha pretendido vender sibilinamente y con engañifas los asombrosos beneficios de la soja es la industria, no los expertos en nutrición.
La pobre mujer empieza metiendo la peana en cenagales, pasando de los mitos a la China, a la cantidad de soja consumida y a mil cosas más. Yo soy buena persona y creo que es el entrevistador el que, al transcribir las frases, las ha amachambrado de mala manera. O eso o es que la entrevistadora es una verdecilla cultureta que va de listilla.
Por lo visto, el problema es la cantidad de soja que se consume y la manera de consumirla, no la soja en sí. O sea, que debe ser que los Chinos tomaban un pelín de soja una vez al año, como si fuera jamón Cinco Jotas, no como los occidentales, que somos unas bestias consumistas y nos inflamos a toneladas y toneladas de soja al día. Yo misma sin ir más lejos, en compañía del maromo, me pulí medio frasco de salsa de soja en un buffet libre japonés, sin contar los brotes de soja de los tallarines. Si me quedo osteoporótica antes de tiempo o al maromo le deja de salir barba lo achacaré a eso. No me extrañaría que me saliera una tercera teta. No se puede ir así por la vida, consumiendo alimentos enriquecidos con soja en brutales cantidades.
Todo eso de que el tofu es un producto básico de la dieta oriental china y especialmente japonesa, presente en infinidad de platos, es falso: ¡si apenas lo prueban los pobrecillos!. Na, si no comen casi nada de soja los pobres. Y la sopa de miso la toman de pascuas a ramos, vamos, sólo en las fiestas de guardar, como saben bien todos los interesados en cultura popular japonesa y china.
Luego la tipa dice que lo que pasa es que la soja la tomamos sin fermentar (se referirá al miso, que no al tofu). Podría decir que los equivocados son los chinos, que la fermentan y la soja pierde propiedades, pero no, el problema es la no fermentación (en Oriente se consume la soja fermentada para hacerla más digestiva; quiero decir que consumen fermentada la poquisisísima que consumen).
Finalmente, desenvaina la palabra más afilada con la que se defienden los verdecillos culturetas, esas acelgas del medio ambiente: “transgénico”. No hace falta ser un experto en genética molecular para darse cuenta de que si algo es transgénico, es pernicioso, satánico y de Carabanchel. La verdad, esta gente es tan previsible que cuando lees una entrevista a alguien del ramo dan ganas de montar una porra para ver cuántas frases tarda en soltar un “transgénico”.
Obsérvese además que da por sentado que el 100% de la soja que forma parte de la alimentación humana (¿o se supone que argentina? ¿o se supone que europea?”) es modificada genéticamente, aunque luego matiza los datos (no los pongo en duda).
Por lo demás, el tema de la soja mueve montañas de palabras en Argentina. Es el nuevo coco de los ecologistas, aburridos de tanta central nuclear. La verdad es que tienen un follón importante allí con este tema, por el volumen de cultivo que supone. Así que no es un tema baladí.


-Algún beneficio tendrá ¿no? -La soja tiene un alto contenido proteico y fitohormonas. Es aconsejable cuando se atraviesa la menopausia, porque las fitohormonas son parecidas a las hormonas femeninas. Pero no hay que dársela a los niños menores de 5 años ni a las embarazadas. Además, la soja tiene un inhibidor de calcio, zinc y hierro, importante para el crecimiento.

Eso es cierto. La fermentación y el calor, cuando actuan sobre la soja, destruyen esos “inhibidores”. Por lo visto, la industria no debe de calentar jamás la mal llamada leche de soja antes de su comercialización. Curiosamente, los radicales veganos sí que ofrecen dietas con soja a embarazadas y niños, por su riqueza en proteínas vegetales. Y es que en la lucha por la supremacía universal de la Verde Verdad la guerra de datos y cifras es sangrienta, no se respetan ni entre ellos. Por lo demás sí, preocupante la tendencia de los pediatras actuales, tan enterados ellos siempre, de recomendar zumo de soja en vez de leche de mamífero, ya sea vaca, ya sea humano, ya sea leche humana artificial. Presiones de la industria, lamentables pero cotidianas.


-Pues andamos ensojados. -Ingerimos soja en todas partes! En el filete del almuerzo -la ternera come forraje con soja transgénica-, en el yogur de la merienda, en el café con leche...No sabemos qué nivel de hormonas femeninas consumimos!

“Dime qué comes y te diré quien eres”. Tengo una interesante teoría que entronca con la de esta señora: la causa de la Guerra Civil española es que la gente comía mucho jamón procedente de cerdos alimentados con sobras familiares y claro, la basura engendra basura de espíritu. Es verdad universalmente conocida que los nutrientes que consumen los animales (pero no los que adsorven las plantas, que esas están libres de todo mal) luego pasan traicioneramente a nuestro organismo. Vamos, que están las moleculitas de soja escondidas entre las fibras musculares de ternera, bien protegiditas, jijijiji, esperando causarnos una barrabasada. Atraviesan el estómago y ZACA. Las hormonas femeninas andan por ahí, escondidas, esperando hincarnos el diente, están por todas partes...
Esta señora no aporta datos claros y confunde churras con merinas, ofrece mensajes apocalípticos, confusos... No está informando, está asustando. Pregunta: ¿las hembristas se enfadarán por la mala prensa que se está dando a las hormonas femeninas?

-¿Eso significa que los pechos...? - En Argentina, donde el 45% de la agricultura está dedicada sólo a la soja, se distribuye en los comedores populares. Así, un niño desnutrido que se alimente de soja, ingiere el equivalente a dos pastillas anticonceptivas diarias. Para desactivar eso, habría que cocinar la soja durante tres horas. Pero apenas disponen de gas. Le dan un hervor y a la mesa. Hay un alto registro de niñas con pechos y menstruación! Y la osteoporosis empieza a afectar a los jóvenes.


El entrevistador oye hormonas femeninas y ya piensa en tetas. Muy freudiano. Por lo visto no debe saber que él también produce hormonas femeninas. El dato del niño desnutrido está sesgado evidentemente: debe aclarar cuantos gramos de soja y exclusivamente de soja debe consumir para que ingiera el equivalente a dos pastillas anticonceptivas diarias, y si los efectos de la soja no son compensados con los demás alimentos que deben dar en los comedores populares (que alguno más darán , madre mía). Por lo demás, estoy con esta señora: antes la muerte por inanición que ingerir muchas hormonas. Moriremos con los sujetadores puestos. Le falta también aclarar la edad de “las niñas con pechos y menstruación”, y descartar cualquier otro factor para justificar que la temprana edad de menarquia de las sudamericanas en general desde siempre, comparadas con las europeas, se deben exclusivamente al consumo masivo de soja y no a otros factores. Falta la comparación con casos controles: otras poblaciones de niñas que se alimenten casi exclusivamente con soja. Por último mete la osteoporosis de por medio sin dar datos sobre edades ni dieta, como si solo dependiera de la soja. O ha dado esos datos y el entrevistador los ha eliminado por problemas de espacio, que eso me lo creo también.

-¿No es usted algo catastrofista? -No. La sociedad del petróleo está dando paso a la sociedad de la soja. Es un artículo industrial con el que se hace forraje, pintura, lácteos, ecodiésel. Resulta muy útil para las corporaciones. Además, la soja que consumen en España a través de la carne y la leche es transgénica...

Nooooo, no es catastrofista. Pero cuando llega a casa escribe una línia de su Apocalipsis según Greenpeace. Además la soja vota al PP. Dan ganas de dejar de leer la entrevista ante tanta estupidez y salidas de olla. Digo yo que si no nos hemos vuelto sirenitas después de años consumiendo carne de animales alimentados con piensos fabricados con harina de pescado y mil guarreridas más, no nos saldrán tres tetas en la chepa por comer leche de vaca alimentada con forraje de soja.
Verdaderamente, son ganas de crear miedo y buscarle tres pies al gato, o tres hojas a la soja.


-Alto. ¿Toda la soja que llega aquí es transgénica? -La que llega a Catalunya procede en un 43% de Argentina; en un 35% de Brasil; y en un 23 % de EEUU. Las de Argentina y EEUU son transgénicas. Y un alto porcentaje de la brasileña está contaminada de fungicidas, herbicidas y fertilizantes.

Obsérvese que en ningún momento se pone en tela de juicio la malignidad de los transgénicos. Lo de la soja contaminada brasileña es para dar la puntilla. Yo, como me he comido manzanas sin pelar ni lavar y no me he muerto soy impasible ante la contaminación por fertilizantes. Pues anda que si nos ponemos a mirar todo lo que comemos, madre mía. Me preocupan más las manos del que me prepara el bocata de lomo con queso que la soja brasileña. Ellas sí que pueden matarme.


-Entonces, ¿quién se ha sacado de la manga que es tan beneficiosa? -¡La industria! La soja es un modelo de agricultura industrial. Se basa en un consumo de semillas procedentes de corporaciones, con consumo de herbicidas de corporaciones, con maquinaria de alta tecnología de corporaciones... Es una agricultura sin agricultores. Sólo se neesitan dos personas para 500 hectáreas. Se fumiga desde avionetas. Sólo requiere tierra y más tierra.

Hombre, es que ya se sabe que es pura mercadotecnia lo de los productos con soja, lo sabe hasta el tato, que no se apunte el tanto. Las multinacionales no son ONG. Pero en la facultad de Periodismo deben de enseñar que de tanto en tanto hay que dejar patente un toque naïf, no vaya a ser que se pierdan los lectores limitaditos.

-Empiezo a ver que ése es uno de los problemas... -La base del forraje que alimenta a cerdos, gallinas y vacas en Europa y China es la soja que viene de Latinoamérica. Ustedes no la ven, pero la consumen. Y eso mata al payés, pero también nos mata a nosotros, porque ocupa nuestras tierras agrícolas. Argentina era productora de arroz, maíz, carne...Pues hoy tenemos que importar lentejas de Canadá, leche de Uruguay...Y como el precio de la soja se determina en la Bolsa de Chicago, la demanda es cada vez mayor, y la avaricia, también.

El viejo tema de la falta de trabajo de los pequeños agricultores. Éstos si que dan pena y no los lisiados de Plaça Catalunya. El paro mata, miradme a mí, que estoy virtualmente en paro y con escasas perspectivas profesionales y aquí ando agonizando . Luego está el problema de las sociedades no autosuficientes. A diferencia de la aldea pitufa, Argentina no es autosuficiente, y está obligada a exportar e importar alimentos que no cultiva, o no cultiva en suficiente cantidad. Estos argentinos mira que son raritos ¿eh? A ningún otro país le pasa.


-¿Se cometen muchas tropelías? -Sí. La soja está desforestando el norte de Argentina, Paraguay, el Matto Grosso (Brasil). Eso agrava el conflicto por la tierra y provoca corrupción. Los que más tajada sacan son las exportadoras cerealeras, que son corporaciones extranjeras. Están drenando el Panamá, para poder sacar la soja desde el Matto Grosso.

Por supuesto, todo eso es cierto. Y es que las grandes superficies agrícolas tienen que buscarse su sitio, a diferencia de los pequeños agricultores y ganaderos sudamericanos, que llevan siglos y siglos trabajando sobre las piedras, y nunca nunca nuuuuuunca han practicado la deforestación para conseguir terrenos.


-¿Es como la fiebre del oro? -Sí. El sur de latinoamérica da ganas de llorar. Es un desierto tóxico y verde. ¡Hay 15 millones de hectáreas de soja en Argentina! Y avanza con violencia entre las comunidades campesinas. Los sojeros intimidan, desalojan y matan para conseguir más hectáreas Van desplazando al pequeño productor hacia las ciudades, pasando a engrosar los cinturones de pobreza.

Lo del desierto tóxico y verde que avanza con violencia es la monda. ¡Que descripción más gráfica! Tiene hasta valor literario. Por lo demás nada que no sepamos: los 6500 millones de personas que somos seríamos más felices y mejor alimentados con pequeños huertecitos, y encima no tendríamos problemas para llegar a final de mes. Se solucionaría la pobreza en el mundo, sólo hay que saber un poco de historia para ver que en siglos pasados, cuando la agricultura era ecológica, no existía la pobreza y estábamos mejor nutridos que ahora. Nuestro estupendo estado de salud nos garantizaba una vida larga y saludable, sin osteoporosis y sin cáncer. Y Hollywood ha comprado la historia de los sojeros, van a hacer un par de películas con Schwarzenegger de prota, con muchos tiros y helicópteros y persecuciones y matanzas.


-¿Qué sugiere que hagamos? -El consumidor europeo tiene mucho poder. Debe empezar a consumir lo local, rechazar toda esta ganadería intensiva y los productos que derivan de ella. Cuestionar la soja. Desconfiar de los productos que lleven aceite vegetal y lecitina. Ir a la distribución directa. Comprar la leche y la carne en al vaquería...

Yo propongo al consumidor ser racional, estar bien informado, no consumir productos de moda que no sirven para nada, gastar el menor dinero posible en alimentos de calidad, los compre donde los compre, no hacer caso a tiparracas como esta y preparar la escopeta con posta lobera por si tu niño enferma de al beber leche de las vacas de la tía Engracia sin pasteurizar. Nada de hervir la leche durante horas. Gastamos mucha energía y luego vienen a abroncarnos otros verdecillos culturetas. Además la leche de vaca también mata.


-Es que lo local suele ser caro. -Lo barato puede ser basura.

Esta entrevista sí que es basura. Anda y que se lo cuente a los japoneses a ver si hacen una peli de miedo. The soja-ring. Tiemblo. Será el exceso de fitohormonas. Me vigilaré la regla.

3 comentarios:

  1. La entrevista es de Núria Navarro? Parece su estilo. Es una entrevistadora penosa y le dan una página entera justo después de la opinión.

    Yo de hierbas no entiendo ;) Pero lo del periodismo es algo que me enerva. Dejando aparte que se venden a quien les paga de manera vergonzosa, hay muy pocos que destaquen por su investigación más que su opinión. El problema principal es que un periodista parece que tiene que saber de todo, o por lo menos lo debe aparentar. Y así te encuentras con ciertas perlas.

    Otro problema es el amarillismo que tan bien has descrito en este párrafo, que no sólo es patrimonio del "Qué!" o del "AS" sino también de más de un periódico "serio".

    Evidentemente conozco la situación de los periodistas "pica piedra", los que prácticamente no salen en las páginas principales y que se lo curran, pero la frivolidad de la mayoría de la gente de esta profesión me solivianta.

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  2. Me lo he pasado bien leyendo el articulo con los comentarios de Angainor, ademas he aprendido algunas cosillas interesantes y alguna frase resultona: "Es un desierto tóxico y verde" suena poético ;D

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  3. "no hacer caso a tiparracas como esta y preparar la escopeta con posta lobera por si tu niño enferma de al beber leche de las vacas de la tía Engracia sin pasteurizar"
    He llorado de risa con lo de "posta lobera"XDDDD
    Menudo engendro de entrevista...

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