
Empezamos por donde lo habíamos dejado: la charca del pato soltero.
Agujeros ciegos, boquetes en todas partes, cuevas entre los matorrales...No sé qué diría Bear Grylls de esto pero a mí me parecen conejeras. De ser cierto está todo plagado...
Otra seta. La seta naranja anterior tenía poros y no puede ser otra cosa que del género Boletus; de ésta tampoco he conseguido una identificación clara en internet.
El camino del bosquecito en flor.
Hay pocos momentos de intimidad porque pasa mucha gente corriendo, en bici o paseando al perro. Si me dejo ver mucho pronto tendré fama de loca abonamontes, averroncha o algo.
El bosquecito, bien podadito.
Un manjar para el tito Bear (encontrado debajo de una botella tirada).
En efecto, el emplazamiento es maravilloso, los coches son caros y por eso es mejor follar en el bosque al lado del río, y después dejar los condones, pañuelos, salvaslips y botellas sucios tirados en cualquier parte. Como os lo digo.
He aquí indicios de otro usuario con mayor autoestima que el anterior.
Más imágenes del arroyo.
Presa casi completa de barro, cañas, maderas y mucha, mucha basura.
Una espadaña esponjosísima que me hizo mucha gracia. Parecía algodón puro.
Más huellitas.
Extraños restos de una construcción cubiertos con una lona...
Lo que os decía. Diez minutos de excursión y al menos diez kilos de basura,es decir a kilo de basura el minuto y no recogí ni la décima parte. Sobre todo botellas e indicios de "fiesta". La gente es guarra de cojones.
Panda guarros...Claro que no es de extrañar porque en mi comunidad de vecinos hemos tenido cinco desatrancos en un invierno, ya que un vecino tira por el inodoro compresas, pañales y toallas de tela (????!!!!!!).
PD: En efecto, el contenedor es el de basura orgánica y lo que está en el suelo son cartones. Encima de guarro, mal reciclador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario