Los inquilinos que tuve que ir liquidando, escondidos en los margaritones que me traje del río. Chinches, para quien no lo sepa.
Y esta es la típica manualidad a la que no me pude resistir. Yo ya conocía el nombre de Isasaweis, una sensación de Internet más amiga de enseñar su cara en los tutoriales de belleza que la puñeta que esté haciendo con las manos, una talibana de Hello Kitty cuyo marido debió pensar que tener a una mujer maniaca del maquillaje en casa era una ruina pero que finalmente se ha ganado la vida, pero cuando vi a la cuñada con el moño de moda (lástima que yo ya no tenga pelo para esos trotes) me tragué todos los videos y con la impaciencia que me caracteriza me tuve que fabricar mi paleta de colores casera (sombras viejas pero dignas) esa misma tarde. He reordenado todo el maquillaje al poder tirar más de media docena de estuches estúpidos. Cualquier cosa menos dedicarme a cosas más productivas.
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