
Vaya calentón que tiene la genteeeeeeeeeeeeee...Y no se cortan un pelo en enseñarlo, eh? El toro-lince en cuestión era una especie de personaje que yo tenía en mente para la típica novela ambiciosa de proporciones catedralícias, transoceánicas e intelestelares y que después se trasformó en un caballo antropomorfo, sin rastro de las trencitas hippy-gayer. Había caballos griegos, lobos romanos, gatas egipcias...Y un toro ibérico. ¿Vais pillando el concepto? Ya os contaré las paranoias relacionadas con esa novela y sus personajes porque vaya telaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Y es que se pueden llenar muchas líneas sin bisteks sangrientos...

Hola, muchas gracias por recomendarme Malaciencia. Alf, su autor, es muy amable, y ha respondido a algunas preguntas. Si te apetece, puedes leerlo en http://blogdeblogs.nireblog.com/post/2006/08/21/ciencia-de-la-buena
ResponderEliminarSaludos,
M@k, desde Blog de blogs