12 de septiembre de 2006

Ayyy, Luci, Luci (ahora más de uno que me conoce estará pensando..."¡TATE! Lucía Etxebarría saliendo en la presa acusada de plagio, es una tentación demasiado fuerte como para que no salga Angainor arremetiendo contra ella con espumarajos en la boca"). Pues sí señores, yo soy muy previsible, casi siempre que hay me pido el postre con frutas del bosque y sepia a la plancha. Raramente decepciono las expectativas puestas en mí. Así que voy a expresar mi opinión sobre esta escritora, un clavo en el ataúd de la novela contemporánea española como cualquier otro, y como ácida ironía sobre sus acusaciones de plagio, haré un refrito mejorado y adaptado de un texto que yo ya había escrito con anterioridad.

Cuando uno pone "Bluff literario" en el Google, aparece su nombre en el quinto enlace. Le pisa los talones Bucay. La cosa canta como una almeja. Además también lo dijo Marsé, especialista en señalar juntaletras de baja estofa.

Desentrañemos las razones. Un escritor de novelas que quiera ir por el mundo con la barbilla levantada, tienen que ser capaz de inventarse historias. La trama y personajes han de ser, si nos atenemos a la definición de novela, imaginarios. Lo que pasa es que los juntaletras que funcionan a golpe de talonario se dedican a escribir autobiografías solapadas y encima tienen la cara dura de porfiar y decir que no, que se les ocurrió la historia mientras soñaban.

Para empezar, es la típica escritora que confunde la narración sencilla con la mediocridad, la repetición de esquemas y la falta de imaginación. Como literata en el sentido artístico de la palabra, no vale una higa (pero que no se preocupe que es un mal común).

En las novelas de la Luci, abundan los personajes con sexualidad "poco convencional". Y ella conoce bien los ambientes bis, gays, lésbicos (nótese que a la Luci no se le escapa que para ser novelista madura en España hay que meter sexo explicito en las novelas, mejor si es rarito o extremo, que es condición sine qua non para ser una autora moderna y liberada, transgresora, libre de convencionalismos).

Las referencias a países extranjeros pasan por Edimburgo, Nueva York, Dublín ...y en general lugares donde ha estado viviendo la autora. Semejante fijación y estrechez fronteril sólo se había visto en el cine estadounidense con Francia y París. ¿Para cuando una novela en Uganda?

Las protagonistas (siempre son ellas) tienen cierto complejo de feas. Y la verdad es que la Luci se ha quejado siempre de que la llamen gorda. Pero que no se queje porque queda muy incongruente ir de feminista que se queja de las dictaduras de la moda y la esclavitud de la mujer hacia el físico y ser super mona. Además ella es la que luego se hace fotos bien maquillada sosteniendo puros fálicos y posando en plan fashion.

La autora tuvo una infancia dura por desavenencias con sus padres (unos señores religiosos con buenas perras), se marchó de casa muy pronto y pasó por la "típica" juventud de los primeros noventa entre los conciertos rockeros, la politoxicomanía (incluyendo "tóxicos" gores), la experimentación sexual, etc. Lo mismito lo mismito que sus personajes, oiga. Vamos, el decálogo de comportamiento del joven con serios problemas afectivos. Un ejemplo a seguir.

Que su primera novela se titule "Amor, curiosidad, prozac y dudas" ya es indicativo de por donde van los tiros: personajes maduros de enorme sabiduría y equilibrio espiritual enfrentándose a los enigmas más filosóficos y sublimes de la historia de la humanidad. Vamos, algo así como Umberto Eco y Dovstoievski juntos. Que esta novela fuera aclamada por Ana María Matute (a quien no perdonaré jamás haber PERPETRADO "Olvidado Rey Gudú") , una anciana que no ha superado tampoco los traumas de la adolescencia, no hace sino confirmar de lo que estoy hablando: es una novela-nube que abulta mucho pero es poco sólida.

Ganó el premio Nadal con "Beatriz y los cuerpos celestes", otro de estos libros sobre una chica y sus líos amorosos que gustan tanto en los jurados de premios (los libros finalistas en los Nadal y los Planeta son bastante marujiles por lo general, no en vano las mujeres son las que más leen y compran libros). Creo que en ese caso se valoró mas la "originalidad" de la propuesta (por fin un libro sobre penas en castellano que no estaba ambientado en la postguerra, yupiiiiiiii!!!!!!!!!!!) y la "frescura" de la autora que cualquier otra cosa.

El premio le dio mucho autobombo y la posibilidad de reunirse con Boris Izaguirre y demás petardos patrios a lucir su "frescura" y modernez. Vamos, las típicas compañías que toda autora sesuda, seria y con ganas de que la tomen en serio busca activamente. En el caso de que alguien no lo haga siempre queda la excusa de decir "claro, como soy una chica...".

Continuó dando la tabarra con "Nosotras que no somos como las demás", que tenía la complicación narrativa de consistir en unos relatos sobre lo de siempre pero escritos de manera enlazada: vamos, que desde James Joyce no se había visto una originalidad semejante ni un atrevimiento formal de ese calibre.

Sus contactos entre el mundo petardo la permitió convertirse en co-guionista de la peli "Sobreviviré", una historia (¡sorpresa!) de chica abandonada que se encuentra con un ex-gay que, como veis, es un tema que jamás jamás jamás se había tratado en sus novelas anteriormente y que sorprende porque a nadie se le habia ocurrido antes. También ha participado en la película "I love you baby" , que ya por el título se ve que NO es un remake de una película de Bergman ni de Trauffaut.

Lo que más me fastidia es que pese a tanta tontería la hicieron Doctora Honoris Causa en la Universidad de Aberdeen, mostrando que el nivel de las letras europeas está mal pero que muy muy mal si hay que recurrir a premiar a determinados "talentos". Pero en un planeta en el que Aquilino Polaino es catedrático no hay que escandalizarse de estas cosas. Y mientras la Angainor dando el cayo como una imbécil.

Metida en su papel de pedante petarda a quien la gente le traga todo lo que escupe, PERPETRÓ dos ensayos deleznables, "La Eva futura" y "En brazos de la mujer fetiche"; el primero sobretodo, consistente en una recopilación de victimismos mujeriles tradicionales, feminismo de salón de té, intelectualismo quemasujetadores, progresismo de saldo y clichés pseudo-modernos en favor de la mujer bastante bastante manidos y poco razonados, mal documentados y presentados (ese Google, ese Google, ¡eh! ¡eh!, ese Google, ese Google, ¡eh! ¡eh!) y con bastante poco trasfondo, pero muy mala leche. Porque mala leche no le falta, eso es verdad. Y claro, eso de escribir un ensayo con mala baba sobre lo mal mal lo mal que lo tenemos las mujeres es súper fuerte tía, o sea, y todo el mundo (menos Angainor, que no se sabe si es XX, XY o GRGRGR) se siente identificado con lo que dice.

Para demostrar que es una feroz defensora de la dignidad de la mujer escribó una biografía de su adorada Courtney Love, ya sabéis, ese icono del feminismo de fin de siglo porque era una pedorra politoxicómana que follaba con el líder de Nirvana, en vez de pedirle que se afeitara en condiciones y lavarle las camisetas zarrapastrosas, que es lo que hubiera hecho una mujer aprisionada en los arquetipos machistas. Le podía haber dado por escribir la biografía de Bárbara McClintock, María de Zayas o Mary Kingsley, o en general la de cualquier mujer con pinta de no haberse dedicado nunca a la prostitución o a refrotarse el chichi en una barra y que hubiera hecho algo realmente importante por la Humanidad, pero no. Courtney Love, espejo de las mujeres liberadas. Hay que joderse.

La Luci volvió a la novela con "De todo lo visible y lo invisible", con la que recuperó un poco el norte y no fue "demasiado" castigada por la crítica (los amigos están para esto), y "Una historia de amor como otra cualquiera", que volvieron a demostrar que es una autora original y ante todo polivalente que lo mismo te habla de mujeres y sexo que de sexo y mujeres.

Le vuelven a dar un premio por "Un milagro en equilibrio", o como intentar convencer al personal de que el hecho de haber sido madre recientemente y escribir una novela sobre la maternidad no tienen nada de autobiográfico (lo único bueno que le reconozco a esta mujer es su contribución a la denuncia de la situación del parto medicalizado en España, pero total, para que sólo la hagan caso una de cada diez pedorras que la leen, ya me contarás). Si en la novela que más se aparta de su temática "habitual" le dan un premio va a ser por algo, ¿no? Ha dejado atrás el sexo, las drogas y el rock&roll, pero lo que se evecina ahora no sé si será peor. Habrá que seguir su trayectoria para ver si habla de los problemas de compaginar la vida familiar y laboral o los traumas madre-hija, para ver si sigue demostrando que sus experiencias personales no influyen en sus novelas.

¿Pero se puede consentir que una mujer que me suelta esos panfletos de "La Eva futura" después me plante el careto de su retoño junto al suyo en su página web? Pelín hortera para una profesional que quiere ser seria.

Sobre su incursión en la poesía, también parece que le dio a la intertextualización un poquinín.

A lo que se ha dedicado últimamente es a recopilar obviedades y consejos para idiotas en el libro de marras, "Ya no sufro por amor", el cual ha podido escribir después de toda una vida experimentando amores románticos poco saludables con gañanes, truhanes, rufianes y en general la peor calaña masculina, como corresponde a toda mujer liberada (porque las que se los buscan decentitos en realidad están sometidas a las normas burguesas falocéntricas). Lo peor de todo es que el libro se vende como churros, señal de que la gente está muy pero que muy perdida con estos temas y se aferra a lo que sea, lo cual me hace reflexionar sobre si realmente no habría que ir recogiendo firmas para que se adelante el día del Juicio Final y se vaya la Humanidad a tomar por saquillo antes de tiempo.

¿Es o no es para darla así con la mano abierta? Con lo caros que están los libros, amos por Dio, tengo que tragarme las neurosis que una escritora cuyo lema es EL MUNDO ESTÁ LLENO DE MACHISTAS Y MASCULINISTAS escriba sobre mujeres atormentadas porque no tienen sentada la cabeza y su vida gira en torno a la relación con el sexo opuesto?
Como polemista es única, pero por favor que alguien detenga pronto a esta Jodorowsky engañabobas de las letras.

Sobre su plagio o no plagio...Pues no creo que la cosa pase a mayores, porque también la han tomado como cabeza de turco, pero por si acaso, Luci, aprende de los científicos: no sólo basta referenciar a los autores en los que te basas e incluirlos en la bibliografía del final, sino que hay que citarlos en el mismo texto y a ser posible, tomarse la molestia de reescribir las frases o cambiar alguna palabrilla. Que ya sé que tienen que cambiar pañales pero que se note que te ganas el jornal, coño. Con perdón de la expresión machista.
Y en definitiva, que no me gustaría que se me relacionase con la imagen que da esta autora sobre el mundo femenino porque está influenciado por su cabecita loca y las muchas carencias que ella misma confiesa, para darle el trabajo casi hecho a las pobre bloggeras como yo y podamos dedicar más tiempo a sopesar si es mejor hacer la tesis o buscarse un novio rico que te mantenga.

1 comentario:

  1. Lo sabía! Lo sabía!

    Prometo que estuve a punto de comentarte la noticia, pero se me olvidó!

    Ya veo que te fijaste en ella XD

    ResponderEliminar