La poesía es del castellano Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Es una oda de admiración hacia las mujeres pequeñas (hasta donde yo sé no ha publicado nada sobre los hombres que parecen armarios roperos, que quizás hubiese sido más propio). Mejor no comentar qué hace un Arcipreste escribiendo sobre estos temas. Está en castellano medieval, evidentemente. Si no entendéis algo me preguntáis, que a veces parecéis cortitos.
De las propiedades que las duennas chicas han
Quiero vos abreviar la predicación,
Que siempre me pagué de pequeño sermón;
E de dueña pequenna et de breve rasón,
Ca poco et bien dicho afincase el corazón.
Del que mucho fabla ríen, quien mucho ríe, es loco;
Es en la dueña chica amor et non poco:
Dueñas hay muy grandes, que por chicas non troco,
Mas las chicas e las grandes se repienden del troco.
De las chicas, que bien diga, el amor me fiso ruego
Que diga de sus noblezas, yo quiero las decir luego;
Desirvos he de dueñas chicas, que lo habredes por juego.
Son frías como la nieve e arden como el fuego.
Son frías de fuera, con el amor ardientes,
En la calle solás, trebejo, placenteras, rientes;
En casa cuerdas, donosas, sosegadas, bien fasientes,
Mucho al y falláredes a do bien paredes mientes.
En pequenna gergenza yase grand resplandor,
En azúcar muy poco yase mucho dulzor,
En la dueña pequenna yase muy gran amor:
Pocas palabras cumplen al buen entendedor.
Es pequeño el grano de la buena pimienta,
Pero más que la nues conorta et calienta;
Ansí dueña pequenna, si todo amor consienta,
No ha placer del mundo que en ella non sienta.
Como en chica rosa está mucho color,
En oro muy poco grand preçio et grand valor,
Como en poco blasmo yase grand buen olor:
Así en dueña chica yase muy grand sabor.
Como robí pequeño tienen mucha bondat,
Color, virtud e preçio, e noble claridad;
Ansí dueña pequenna tienen mucha beldat,
Fermosura, donayre, amor, et lealtad.
Chica es la calandrina, et chico el ruiseñor,
Pero más dulce canta que otra ave mayor;
La muger que es chica por eso es mejor,
Con donneo es más dulce que azúcar nin flor.
Son aves pequeñas papagayo e orior,
Pero cualquier dellas es dulce gritador;
Adonada, fermosa, preçiada, cantador,
Bien atal es la dueña pequenna con amor.
De la muger pequenna non hay comparación,
Terrenal paraíso es e grand consolación,
Solás, et alegría, placer, et bendición,
Mejor es en la prueba que en la salutación.
Siempre ques muger chica más que grande nin mayor,
Non es desaguisado del grand mal ser foidor,
Del mal tomar los menos díselo el sabidor,
Porende de las mugeres la mejor es la menor.
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