17 de octubre de 2006

La Bienfollada (The Origins)

Con todos ustedes....el momento más deseado....LOS ORÍGENES DE LA BIENFOLLADA. The origins of the goodfucked.

Pues bien, si prestásteis atención en las clases de lengua de primaria, habréis deducido que Bienfollada en el antónimo de Malfollada. En jerga ibérica, persona de mal carácter o que siempre está de mal humor. Porque es de conocimiento público, aunque no está demostrado científicamente, que follar mejora el humor. Lo suyo es que todo el mundo follara por las mañanas y así aguantara mejor los atascos, mientras la oxitocina aún recorre su cuerpo y se mira en el espejo de cortesía lo bien que le ha quedado el cutis. Lamentablemente es de suponer que todo el mundo, quien más y quien menos folla alguna vez a la semana o al mes y el mundo sigue tan rematadamente mal como siempre. Mirad a Clinton, que le limpiaban el sable en el despacho oval y sin embargo siempre tenía cara de tener que decirle a su hijo que iban a eutanasiar a su perro. O Kim Jong II, ése sátrapa de Corea del Norte que también le da al badajo pero bien y no por ello se decanta por las conductas pacifistas. O Abderramán III, que tenía 10000 mujeres en el harén y ni por esas contabilizaba más de 7 momentos felices en su vida. Y tantos, tantos casos. Así que pese a la opinión popular, hay cosas que no se solucionan a base de restregarse.

El caso es que la Bienfollada no era el mejor arquetipo de científica, era una científica más bien funcionaria, que se dedicaba a eso por circunstancias pero que estaría más guapa cotilleando en algún despacho. Creía a pies juntillas la hipótesis del bienfollamiento como causa última del buen humor y estado de ánimo. Le puso el apodo a la Malfollada, camarera legendaria de la facultad, una hidra de una sola cabeza con maquillaje pasado de moda, contestaciones afiladas y cara de mear vinagre. Cuando a alguien a quien das por antítesis tuya la llamas Malfollada, estás asumiendo que tú eres bienfollada. Y esto se cumplía con esta chica. Solía decir: “Es que a ella (la camarera) su marido no la debe de follar bien. Y estoy por decirla un día: yo no tengo problemas porque a mí, mi marido me folla”. Obsérvese el buen gusto de la frase y lo que le ha cundido la educación.

¿He dicho ya que la Bienfollada iba de señora? Señora de las que pretender ir bien vestida, pero juvenil, y acabar ir yendo vestida como un fantoche, con unas combinaciones horribles de ropa, ahora un poncho de lana con colrines que parece rescatado de un contenedor de basura, ahora vestida como un duendecillo verde, ahora enseñando debajo de la minifalda las medias sin liga que debes llevar por consejo de la ginecóloga (ayyy esas cistitis de las bienfolladas) y que, pese a ser negras, no ocultan que no eres capaz de depilarte los muslos en condiciones para que no se te vean los cacho pelánganos en plan Macario... Vamos, el sumun de la elegancia.

Ni qué decir tiene que su clasificación del mundo entre bienfollados y malfollados no debía de limitarse a la camarera si no que debía de extenderse a todas las criaturas que en el mundo han sido. Vamos, que me río yo de Linné y sus clasificaciones. Y no me cabe la menor duda de que, aun sin conocerme ni pizca, ni haberse molestado ni pizca en preguntarme sobre mis relaciones, me catalogaba como malfollada, porque no le reía las gracias, ni compartía su afición por criticar de forma muy negativa a toda criatura que alentaba sobre la tierra, ni aceptaba de ninguna manera sus ínfulas de hembra alfa, y ponía cara de auténtico asco cada vez que me tocaba asistir a alguno de sus soliloquios de conversadora dominante a la que le importa una higa lo que puedan aportar a la conversación los demás. Cinco minutos en su presencia eran suficientes para enterarse con toda clase de pormenores del estado de su embarazo, las conversaciones de la comadrona, sus comidas, sus cenas y los motivos de sus discusiones matrimoniales.

El causante del bienfollamiento era su marido, con el cual se casó, me pienso yo, sólo por poder colgar una foto super hortera en el peor sitio de su dormitorio, en la cual aparecia ella, todo lo bien que puede aparecer una tía con muchos granos en la cara vestida de novia...¡¡¡sin el novio al lado!!!...Vamos, un claro monumento al egocentrismo, que la foto de tu boda que cuelgas en tu dormitorio es una foto tuya y no una foto común de familia, o con los amigos, o con el novio. Además esa clase de fotos queda como el culo en un dúplex pagado por el papi que pretendes decorar modernamente con los mejores muebles del Ikea.

Lo que más me fastidiaba eran sus ínfulas de modernilla y de mujer de mucho mundo y carácter, en plan chica Cosmo pero con peor cutis, cuando en realidad era vulgar y convencional y no podía presumir de despertar muchas simpatías. La gente, en realidad, la rehuía y sólo hablaba con ella sobre cosas de las que no le importaba que se enterara todo el edificio. Además no servía ni como periodista porque la información que llegaba al último destinatario llegaba ligeramente modificada.

Además de casamentera y manipuladora, como ya conté (es lógico que toda Bienfollada quiera que todas bienfollemos como ella), tenía mal ojo, porque era la típica que veía relaciones y coqueteos donde no las había y tuvo alguna metedura de pata antológica, de las de reirse mucho en su cara. En fin, qué decir de la típica maruja que va de modernilla pero después no concibe que entre un hombre y una mujer puede haber amistad y tocamientos simplemente por humor, sin nada detrás.

Me fastidia también que intentara justificar que su padre le ayudara con el dúplex porque su padre la trataba muy mal cuando vivía en su casa. Nos describió unos maltratos tan horribles que me extraña que no prefiriera el suicidio en su día. Basta contar que un día la castigó sin salir en nochevieja por desobedecerle y llegar un día un poco tarde por la noche. ¿Vosotros concebís que una pobre chica que haya sufrido tanto en la vida, que haya tenido que arrastrar semejante trauma, que tenga ese dolor tan hondo clavado en el corazón, haya podido sobrevivir a una tortura semejante? Claro, después de sufrir tales vejaciones e injusticias, es lógico que tu padre te pague la independencia, y que tu se lo aceptes de buen grado. ¡¡Más te tendría que dar!!

Si hay alguien que merece agonizar encadenada en las mazmorras cual Melkor, esos son los que van de bienfollados y más bien deberían llamarse Nimediahostia. Para salir corriendo cagando leches en dirección contraria, esta gente.

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