Mis alumnitos queridos

En mi etapa post-beca-búscate-la-vida-
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a veces hecho de menos el contacto con la pobre juventud de alumnos biolocos. Ya no me cruzo con alumnos por los pasillos, ahora son usuarios, ni me los encuentro haciendo de recogevasos en el bb+ llevando yo pintas de gotiquilla, con lo que no se me cae la gotita manga por la sien.
Ya no pierdo tremendo tiempo dando las putas prácticas, pero hecho de menos la inocencia de los alumnos, las pifias, las pijas repelentes, los erasmus pasivos, y la sensación de que a veces me hacían caso y yo era importante.

Por eso me he llevado a casa las hojas de encuentas de opinión de unas prácticas que mi jefe había tirado. Tras dos años acumulando cajas en el pasillo, mi jefe ha decidido que el 80% de que lo que se llevó en la mudanza de edificio no sirve y lo ha dejado a la vista de todos, y yo he recuperado las hojas grapadas de las encuestas para comparar lo que opinaban los alumnos de mí y de otras compis pedorras.

Son encuestas de puntuación del uno al cinco sobre la valoración del profesorado, el material, el contenido, etc...Y no sirven de nada porque la mayoría de alumnos se escudan en el diplomático 3. Además no tiene sentido que en el mismo grupo unos valoren 1 y otros 5 valorando lo mismo, salvo que se piense que tienen la objetividad en el culo y se dejan influenciar por las broncas recibidas, el resultado de los experimentos o su experiencia personal.

En general no he quedado demasiado mal; recibí muchos treses y cuatros, incluso cincos, y sólo algún dos que otro de algún alumno repelente al que debí tratar con dureza. Así que no me arrugo frente a mis archienemigas. Sólo tengo las encuestas de los grupos en los que yo era profe principal (cuando estaba de aprendiza las puntuaciones eran peores, con más doses), pero al menos esas prácticas sirvieron para que mis compañeras que estaban de profes aprendizas se dieran cuenta de que yo no era tan patata.

Pero lo que es la monda es el apartado de "comentarios", donde los alumnos expresaban libremente cualquier opinión (yo les hacía mucho hincapié en que escribieran cualquier cosa).

En una encuesta del 2004/2005 (en un grupo en el que yo no era la profesora), hay un comentario MÍTICO que es la monda. Lo escaneo porque es que hay que verlo. No lo traduzco del catalán para que no pierda su fuerza. El borrón. Ojo al borrón, que es intrigante. (Lamento el tamaño pero es para no pixelar la imagen).

Después están los típicos comentarios de niñas pijas repelentes, muy redichas ellas y con letra redondita, que exponen su opinión somo si estuvieran en la RAE ("por lo que hace al punto 17, creo que estas prácticas no son demasiado elaboradas a nivel conceptual, es decir, ..." bla bla bla). Os hacéis una idea, ¿verdad?

En general los alumnos (subjetividades aparte) tienen más razón que santos y se quejan de cosas que son ciertas, como de que los profesores están saturados y no pueden contestar a todas las preguntas, falta material, hace mucho calor, hay demasiadas personas por grupo, la pizarra no se ve, hay muchos tiempos muertos...Algunos, criaturitas de Dio, hasta escriben comentarios positivos, como que los dosieres son gratis. Animalitos. Son adorables.

Pero el comentario que pasará a la historia es el de "LA PROFE ES MUY GUAPA", sin aclarar si la profe soy yo o la otra (pero la otra insitió en que se refería a mí y que yo le había hecho tilín a alguien). Imaginaos el despiporre del coordinador de prácticas (mi jefe) al leerlo, que debió dudar de a qué nos dedicábamos en clase. Juaaaaaaas, no podré asegurarlo jamás porque las encuestas son anónimas, pero juraría que se trata de un alumno guasón medio jevi al que le tomé el pelo en una ocasión y le hice salir a la pizarra. Qué buen rollo. El mismo alumno me pone un cuatro en "cualidad del trabajo desarollado por el profesor" y añade con una flecha: "repite mucho". Es lo que tiene aclarar bien los conceptos. Qué jodío. XD

Ay, mis alumnitos queridos. Pese al tiempo que me hicisteis perder, a los alumnos soberbios, repelentes, torpes y en general, amuermados y pasivos, a los escasos lumbreras...gracias, porque me hicisteis crecer como persona aunque no os dierais cuenta. Y gracias a tí, alumna, que te despediste dándome las gracias también. Por esa palabra mereció la pena todo.